Excmo. Sr. D. Mariano Rajoy
Brey
Presidente del Gobierno de
España
Complejo de La Moncloa
28071 Madrid
Estimado Presidente Rajoy,
En el Día Mundial de la Salud,
las organizaciones sociales firmantes queremos recordar al gobierno que usted
preside la necesidad de cumplir los compromisos adquiridos, como miembro de la
Unión Europea, para garantizar que se haga efectivo el derecho a la salud para
todas las personas, especialmente en los países empobrecidos.
La fuerte
disminución de los presupuestos de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) española,
de un 0,43% del PIB en 2009 a un 0,15% en 2012, especialmente significativa en
el sector salud, plantea serias incertidumbres sobre el futuro de la
cooperación española. Las previsiones para 2013 siguen siendo muy
insuficientes: los presupuestos generales del Estado sitúan la AOD en torno a
los 2.048 millones de euros, es decir, un 0,20% de la renta nacional bruta, que
coloca a España en el nivel de 1990 y a la cola de los donantes europeos, lo
que nos aleja aún más del compromiso del
0,7% y de las demás obligaciones
adquiridas internacionalmente.
Además de los recortes de la AOD
total, el sector de la AOD en salud ha
disminuido mucho más que la media (En 2011 la AOD total disminuyó cerca de un
tercio, pero la AOD en salud disminuyó un 50%). Por lo tanto podemos concluir
que la cooperación sanitaria ha sido doblemente penalizada, siendo incoherente
con la importancia que la salud tiene para el desarrollo de los pueblos y su
ciudadanía.
En diciembre de 2012 se
aprobaba el IV Plan Director de la Cooperación Española 2013-2016, en el que el
gobierno se compromete a fortalecer la cobertura universal de sistemas públicos
de salud equitativos, sostenibles, eficientes y de calidad, incluyendo la salud
sexual y reproductiva, la lucha contra enfermedades prevalentes y olvidadas y
el acceso a los medicamentos esenciales. Sin embargo, las organizaciones
firmantes manifestamos nuestra preocupación por la ausencia de un plan de
desarrollo concreto de estos objetivos, y de un presupuesto que los haga
realidad para que no se quede en papel mojado o
en una mera declaración de intenciones. Por otro lado, entendemos que no
es coherente ni admisible defender la cobertura sanitaria universal mientras
que en nuestro país colectivos vulnerables como el de los inmigrantes en
situación irregular no pueden acceder a la misma atención sanitaria que el
resto de ciudadanos y ciudadanas en muchas comunidades autónomas.
La crisis económica no
puede ser una justificación para recortar un derecho fundamental como es el de
la salud, establecido en diversos tratados de obligado cumplimiento y uno de
los requisitos más básicos para la pervivencia social. Por otro lado, son las
personas que pueden acceder a los servicios de prevención y atención sanitaria
las que tienen posibilidades de contar con una salud que les permita crear
riqueza. Disminuir la financiación en la salud es una acción que además de
tener consecuencias graves en la vida de las personas, lanza un mensaje propio
de una sociedad insolidaria.
Por otro lado, llamamos al
gobierno que usted preside a que asuma
sus compromisos internacionales en los procesos que los próximos meses
van a conducir a tomar decisiones fundamentales para el derecho a la salud: un
nuevo Marco Financiero Plurianual de la UE para el periodo 2014-2020 junto con
los programas específicos del sector, la ejecución de un nuevo periodo del
Fondo Europeo de Desarrollo a partir de 2014, la renovación del Fondo Mundial
de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, o la construcción de la
agenda de desarrollo post- 2015.
La Unión Europea se comprometió
firmemente hace ya más de una década a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del
Milenio en 2015. Cuando quedan menos de dos años para esa fecha, cada año más
de 1.200 millones de personas sufren enfermedades desatendidas o relacionadas
con la pobreza. Igualmente, más de 222 millones de mujeres en países de
ingresos medios o bajos no tienen acceso a métodos de planificación familiar, y
cada día mueren casi 20.000 niños y
niñas por enfermedades prevenibles.
En 2010 la UE se comprometía
también[1]
a definir los principios que regirían el apoyo a los países en desarrollo en su
camino hacia el cumplimiento de los Objetivos del Milenio relacionados con la
salud. Este compromiso incluía trabajar para garantizar el acceso universal y
con equidad a unos servicios sanitarios de calidad, mediante el apoyo a los
principales componentes de los sistemas de salud: profesionales del ámbito
sanitario, el acceso a los medicamentos, las infraestructuras y logística, y
los sistemas de protección social. Igualmente, la UE señalaba la necesidad de
financiar la investigación dirigida a mejorar la salud de todas las personas, y
el carácter prioritario de las acciones para abordar los desafíos mundiales a
la salud.
Tres años después, la Unión
Europea sigue careciendo de una estrategia coherente y clara y de un plan para
mantener su liderazgo en la salud mundial. Ello a pesar de que en 2012[2]
reiteró la importancia que la salud tiene para un crecimiento incluyente y
sostenible y se comprometió a destinar al menos el 20% de la ayuda de la UE a
educación básica y salud.
Por consiguiente, instamos a su
gobierno a que defienda que en las políticas europeas entre 2014 y 2020 se
incluyan políticas integrales sobre salud mundial, que incluyan la atención a
la infancia, el derecho a la salud sexual y reproductiva, la lucha contra el
VIH y el sida, la tuberculosis y la malaria y otras enfermedades olvidadas.
Estas políticas deberían tener un papel central en la cooperación internacional
para el desarrollo, y estar basadas principalmente en tres ejes: la Atención
Primaria de la Salud, el fortalecimiento
de los sistemas de salud y la estrecha relación entre la salud y sus
determinantes. Para garantizar la coherencia de las políticas, también pedimos
que la UE desarrolle sin demora un plan de acción en Salud Global, con plazos
establecidos, a través de un proceso participativo e inclusivo, en estrecha
consulta con la sociedad civil.
Las negociaciones sobre el marco
financiero plurianual y su presupuesto continúan, por lo que también instamos
al gobierno español a que apoye un presupuesto fuerte para hacer frente a los
retos de la salud mundial. Además, la UE y España deberían buscar recursos
adicionales, tales como dedicar una parte significativa de la tasa sobre las
transacciones financieras a la salud mundial.
Hacemos por ello un llamamiento
para que el gobierno español defienda con voz firme la salud para todas las
personas como un requisito previo, condición y consecuencia de un desarrollo
sostenible e inclusivo en la agenda post-2015 y apueste firmemente por la
cooperación sanitaria de calidad, como un elemento que puede ayudar a conseguir ese objetivo.